Llegan las vacaciones, y muchas personas alistan sus mochilas y comienzan a armar sus recorridos para este año. Una de las zonas más visitadas en el Noroeste, en particular las provincias de Tucumán, Salta y Jujuy. Por ello, en las próximas semanas publicaremos una serie de entradas sobre destinos en esta zona de Argentina.
Y vamos a arrancar por la ciudad de Salta. Se trata de una ciudad que cuenta con cerca de medio millón de habitantes, y está ubicada en un valle a algo más de mil metros de altura. Es un destino que en los últimos cinco años ha experimentado un importante crecimiento en el mercado turístico, y eso se nota en la oferta de alojamientos. Hay gran cantidad de hoteles, desde cinco a una estrella, bed and breakfast y hostales, además del camping municipal. Hay un camping municipal, pero se encuentra un poco alejado del centro de la ciudad, que cuenta con agua caliente y electricidad. Suele estar lleno en verano, pero hay una piscina pública para combatir el calor de los meses de enero y febrero.
La ciudad tiene un reconocible aspecto neocolonial, producto de una estrategia arquitectónica que, en las primeras décadas del siglo XX, buscó recuperar la “herencia hispánica” de Salta. La Catedral de la ciudad (foto de arriba) se encuentra entre las más interesantes de la Argentina, y lo mismo puede decirse de la notable Iglesia de San Francisco (foto de abajo), que alberga en su interior imágenes muy interesantes, como el Niño Jesús de Aracoeli y la Virgen María embarazada, y llamada “Virgen de la Dulce Espera”.
Uno de los puntos más interesantes de Salta es su gastronomía. Si no tienen un presupuesto tan apretado, pueden darse el gusto de comer un buen locro o empanadas, que son deliciosas, aunque bastante pequeñas por lo general. Salvo que entren a restaurantes ubicados muy cerca del centro o que son muy turísticos.
Para aquellos que visiten Salta, uno de los recorridos más tradicionales es subir, mediante el teleférico, a la cima del cerro San Bernardo. Desde allí, tienen una completa vista panorámica de la ciudad, como pueden ver en la foto que abre esta entrada. Para subir, sólo deben pagar 12 pesos por el viaje ida y vuelta, aunque si tienen ganas, pueden subir a pie, en un recorrido que no les tomará mucho más de cuarenta minutos.
Hay dos museos que también son muy visitados por los turistas. El más conocido hoy es el Museo de Arqueología de Alta Montaña, donde se encuentran los cuerpos momificados de los llamados “Niños del Llullaillaco”. Por haber sido encontrados en la parte superior de la montaña del mismo nombre, en condiciones de mucho frío, su estado de conservación es realmente impresionante. La entrada cuesta 5 pesos para residentes argentinos y 15 pesos para extranjeros. El otro museo se encuentra en el Cabildo, donde la entrada cuesta 3 pesos, y podrán observar muchos elementos de la época de la colonia y de las luchas por la Independencia. Se puede acceder al balcón, desde donde se pueden tomar fotos del centro de la ciudad. Ambos museos están frente a la Plaza central.
Si van por Salta, no se pierdan la ocasión de probar la comida local, como locros, empanadas y cabritos. Son todos platos deliciosos, y los precios de los restaurantes son por lo general más económicos que en el caso de Buenos Aires.
Por último, no se pierdan de visitar las dos principales iglesias de la ciudad. La más llamativa es la Catedral, frente a la plaza central, y que tiene uno de los interiores más interesantes de la Argentina, al menos en cuanto a edificios eclesiásticos. Y una cuadra, se encuentra la Iglesia de San Francisco (foto de abajo), muy bellamente iluminada por la noche, y que en su interior alberga particulares imágenes, como la Virgen de la Dulce Espera.